Poco a poco me enganché a ti

Siempre me dijeron que el amor llegaría cuando dejase de buscarlo. Sí, es cierto, yo no te esperaba, no te esperaba a ti, ni mucho menos terminar enamorada. Todo empezó como un juego, sí, un simple juego, quedaríamos unos días, como mucho unas semanas y luego no volveríamos a vernos hasta quién sabe cuándo. Todo debería haberse terminado y los dos haríamos como si nunca hubiese ocurrido. No sé por qué, pero ambos quisimos continuar. Poco a poco empecé a engancharme a ti. Con el paso de los días no podía evitar sonreír con cada mensaje tuyo, y necesitaba verte a cada momento. Te buscaba, durante todo el día, y esperaba impaciente que llegase la noche, para volver a verte. ¿Sabes? Siempre me gustó eso de todo llevarlo a escondidas, me gustaba escaparme todas las noches con excusas tontas para poder verte, le daba un aire, no sé, misterioso. Terminé acostumbrándome, a ti, a tu presencia, día tras días, noche tras noche.

Yo solo sé, que te quiero aquí conmigo

Si hay algo que tengo claro, es que te necesito. Sí, es increíble la forma en la que has llegado a mí, en la que has entrado a mi vida. Nunca pensé que nadie pudiera enseñarme nada nuevo sobre el amor, nunca pensé que nadie volvería a hacerme sentir de la misma manera en que una vez lo hice, pero tú, los has hecho, y de una manera especial. Has conseguido que vuelva a sonreír, y sí, la ilusión ha vuelto. No sé como lo haces, pero cada día me despierto con una sonrisa en la cara, pensando  en que queda un día menos para volver a verte. ¿Sabes esa sensación de libertad y plenitud cuándo sientes que no te falta nada en tu vida?  Pues eso es lo que siento yo ahora mismo.

La lluvia guarda nuestro secreto

¿Recuerdas? Aquel día, bajo la lluvia sucedió algo, sucedió todo, al menos para mí. Siempre había deseado tenerte cerca, y siempre había deseado un beso de película, de esos en los que de repente se pone a llover, y aquel día, era el día perfecto. Te tenía a mi lado, a tan solo unos centímetros de distancia, y bueno, sí, se puso a llover. Nos miramos, y fue como si el mundo se parase, como si todo a nuestro alrededor se paralizase y el tiempo quedase congelado. No había nada que nos impidiera estar juntos en ese momento, nada. Disponíamos de todo el tiempo que quisiéramos, solo nos faltaba construir el instante perfecto. Y lo hicimos. Poco a poco nos fuimos acercando, lo que antes eran centímetros se convertían en milímetros, hasta que nuestros cuerpos quedaron completamente pegados, formando uno solo. Notaba como los latidos de ambos corazones se aceleraban, y con ellos, la respiración se hacía cada vez más fuerte. Y de repente, ocurrió, nos besamos. Fue perfecto. Estábamos empapados, pero no nos importaba, en absoluto. Los dos seguíamos allí, inmóviles, abrazados, disfrutando del momento. Entonces miré al cielo, solté una carcajada y quedaste algo extrañado, te miré, te dije que había sido el momento más perfecto que pudiera haber imaginado y sonreíste. Me marché corriendo, me cogiste de la mano al alcanzarme y me pediste un último beso. Así lo hice, nos besamos de nuevo. Corto, pero intenso. Esta vez sí, yo corría, corría, y al mirar atrás, vi tu silueta dibujada entre la lluvia, con tu perfecta cara sonriente y tus ojos azules que deslumbraban en la noche más que nunca, y sonreí. Me sentía feliz, extremadamente feliz. 

Todo tiene su final, nada dura para siempre

Ella seguía allí, inmóvil. No sabía como reaccionar, ni que decir, ni tan solo como sentirse. Lo tenía a su lado. Había estado esperando aquel momento durante meses, y ahora que lo tenía junto a ella, ahora que realmente podía decirle todo lo que había sentido en todo aquel tiempo, no era capaz ni tan solo de mirarle a la cara. Todo había cambiado, dentro de ella todo era diferente. Fue en aquel momento cuando se dio cuenta de que ya no estaba enamorada, o tal vez sí, pero no de aquel chico, sino de los recuerdos, de los recuerdos que ambos compartían. Él había cambiado, ya no era el chico que un día fue para ella, ya no era aquel chico de la estación. Algo en él, en su mirada y en su forma de comportarse hizo que ella se diese cuenta de que no, ya no seguía enamorada de él, y de que su historia, por fin, había terminado, y esta vez sí, para siempre. 

A veces la gente entra en tu vida solo para dejarte una lección, y luego, salir de ella.

Siempre vas a pensar que será para toda la vida. Tu amor o tu mejor amiga serán indispensables para ti hasta que un día, de repente, y sin ninguna explicación, se marchen. Y se te hará difícil, y dolerá, pero con el tiempo te darás cuenta de que no les necesitas, de que no necesitas a nadie. Y aunque siempre viene bien un hombro en el que poder llorar, recuerda que tú tienes dos.

Ha vuelto

Hoy he vuelto a caer. Es uno de esos días en los que te paras a recordar, a ver todas aquellas fotografías y caes, a lo más hondo. Todos aquellos traicioneros recuerdos vuelven a mi, para hacer que todo vuelva a doler igual que antes. Pensaba que ya no me importaba en absoluto, sin embargo, no he podido soportarlo. Han vuelto las lágrimas, y con ellas, la desesperación. Tengo claro que no volveré a cometer el mismo error de siempre, sin embargo, creo que sigo extrañando todo aquello. Me duele pensar que todavía forma parte de mi vida, me duele pensar que no he conseguido superarlo por completo y enterrar todo aquello en lo más hondo de mi memoria. Pensé que te había olvidado por completo, sin embargo, me equivoqué.

No volveré a tropezar con la misma piedra que tantas veces me hizo caer

El tiempo pasa y pasa y yo ya no te tengo aquí. En realidad, ni te tengo, ni quiero tenerte. Yo ya no soy la chica que un día te quiso, ni tú el hombre del que me enamoré. No volverás a engañarme, ni volverás a hacerme sufrir. Si una cosa tengo clara, es que no volveré a tropezar con la misma piedra que tantas veces me hizo caer. Esta vez sí he aprendido, esta vez no volveré a cometer el error de creer que será diferente, no volveré a confiar en ti. Me despido, y esta vez, definitivamente.

Un hombre de verdad hace que mojes las bragas, no los ojos.

Yo no quiero que lo que ocurrió se repita. No quiero a un hombre que me haga llorar ni derramar lágrimas en vano, prefiero a alguien que me deje echa polvo absolutamente todas las noches, que me haga agonizar y correrme al menos dos veces por día. Quiero pasión, y a un hombre de verdad joder. Quiero verle y no poder evitar besarle, y sentir como la ropa empieza a pesar. Quiero la necesidad de que entre nuestros cuerpos no haya ni un milímetro de distancia, sentir como mi corazón se acelera, y notar como el suyo ya va a mil por hora. Alguien que sepa perfectamente lo que me gusta, y que aún así, se arriesgue a probar cosas nuevas, y si, ya entendeis a que me refiero con esas "cosas nuevas". No quiero a alguien que me haga mojar los ojos, prefiero a alguien que me haga mojar las bragas.

Nada dura para siempre

¿Sabes? Con el tiempo comprendí que todo había terminado. Nuestros caminos se habían separado completamente y, para bien o para mal, entre tu y yo ya no quedaba nada excepto los recuerdos de una relación que parecía no haber existido nunca. Todo había cambiado completamente. Fue como un giro de 180 grados o estar boca abajo en una de esas enormes norias de feria. De la noche a la mañana pasamos de serlo todo para el otro, a no significar nada. Todo había sido como un largo sueño del que ambos acabábamos de despertar. Por fin todo se veía claro, por fin podíamos ver los contras y no solo los pros de todo lo que había ocurrido. No, no todo fue perfecto, también hubieron malos ratos, lloros, chillidos y enfados. Aquella historia parecía haber salido de una de esas películas de jóvenes enamorados con una historia imposible, o tal vez de un libro de romances y fracasos. Derramé demasiadas lágrimas en muy poco tiempo, más de las que nadie podría imaginar jamás, muchísimas más de las que te merecías, pero por fin, era libre, ahora sí. Aprendí a vivir sin ti, sin tus besos, sin tus caricias y sin tus abrazos. Por desgracia, me obligaste a hacerlo. Puede que todo acabara porque a los dos nos espera algo mejor. Puede que ni tu ni yo tuviéramos la culpa y simplemente todo terminara porque no éramos la persona idónea para el otro. Tal vez alguien nos espere a la vuelta de la esquina. Tal vez separados si encontremos el verdadero amor. 

Si viajo, es para huir de aquí

Estoy cansada de tener que ver todos los días los mismos lugares, las mismas personas, la misma ignorancia y las mismas injusticias. Estoy cansada de sufrir siempre por las mismas tonterías y pasear por las mismas calles. Siempre he pensado que nunca va mal un cambio de planes, un cambio de aires, y allá voy. Imagino que me vendrá bien desconectar por un tiempo de toda esta mierda, cambiar de aires y no planear nada. Me dejaré llevar. ¿Quién sabe?, tal vez encuentre otro amor, conozca gente nueva y lugares con unas vistas mucho mejores. Si hay algo que ahora mismo quiero es desconectar de todo esto, irme sin darle ninguna explicación a nadie, y para aquellos que me echen de menos, que se lo hubiesen pensado mejor cuando tenían la oportunidad de estar conmigo. Yo me voy, desconecto de todo, cambio de aires, nueva gente, nuevos sitios, nuevas preocupaciones, nuevos amores y nuevas diversiones.

Coge tus alas y echa a volar

Venga pequeña, coge tus alas y hecha a volar. ¿No te acuerdas de lo que decías cuando eras una canija de tres años? según tú, todo lo que podría hacerte daño sería capaz de desvanecerse con una sonrisa, pues adelante, házlo, porque últimamente te veo algo triste. Tú antes siempre andabas con una sonrisa pintada en tu cara y los ojos brillantes llenos de sueños y esperanzas como cuando eras una niña, pero, últimamente, ya no veo ese brillo en tus ojos, y por mucho que los miro, ya no veo la inmensa felicidad que antes desbordaba en ellos, y bueno, tu sonrisa ha desaparecido por completo, no se dónde la habrás metido, pero la has escondido realmente bien. Yo te aconsejo que hagas como siempre hacías antes, y como siempre me aconsejabas que yo hiciera cuando no me veías feliz. Coge tus alas anda, sí, esas que tienes en tu habitación de campanilla, se que sigues teniéndolas desde tu séptimo cumpleaños y que de vez en cuando sigues jugando con ellas, a mi no me puedes engañar. Pues cógelas y haz como siempre cuando eras pequeña, evadirte por un momento de los problemas, coger un poco de polvo de hadas que te dé fuerzas para poder irte lejos y huir, huir de los problemas. Pero recuerda llevarte los sueños, el brillo de tus ojos, las esperanzas y, por supuesto, sonrisas, un puñado muy grande de sonrisas para que no te vuelvan a faltar nunca más.

Lo siento

Si cometí un error, fue no decirte que te amaba a tiempo. Ojalá pudiera volver al pasado y cambiar las cosas. Créeme, cambiaría muchas cosas, aquellas que hacen que ahora no quieras saber nada más de mí, aquellas que han hecho que todo se fuera a la mierda. No sabes lo difícil que se me hace esto, y reconocer que lo he hecho realmente mal, pero ya me conoces, cuando todo va bien, yo tengo que ser la tonta que complique las cosas. Sé que ahora no quieres saber nada más de mí, ni siquiera de mi existencia, y que eres o intentas ser feliz junto a ella. Yo solo pido que no intentes reemplazarme, espero que no sea demasiado tarde. Espero que algún día puedas perdonarme.

Posdata: te quiero

Creo que solo está bien por fuera

-Hola pequeña, cómo ves a tu hermanita?
+La verdad es que yo la veo bien, pero creo que solo está bien por fuera. Está un poco agobiada con todos los exámenes, pero últimamente la veo sonreír un poquito más, aunque a veces sigo escuchándola llorar por las noches y veo como se pone triste cuando habla de aquel chico con el que estuvo al que quiso y sigue queriendo. Con sus amigas disfruta y pasa las tardes, pero creo que por dentro está triste, muy triste, creo que le falta él, le falta aquel chico que tan feliz le hacía. Yo sé que quiere ocultarlo, de echo, siempre dice que está bien sin él, que le ha olvidado, pero todos los que de verdad le conocemos sabemos que no lo ha hecho, que nunca lo hará. Sé que le necesita, y muchas veces le he oído decir que su camino se hace más largo y duro si no es a su lado, pero yo sé que ella es fuerte, y que, por muchas veces que caiga, y se derrumbe llegando a lo más hondo, volverá a levantarse, cada vez com más impulso, cada vez con más fuerza. Porque puede que le falte él, muchas veces las ganas y la fuerza de voluntad para seguir, pero una vez le escuché decir que nunca se rendiría, y lo que si que hace ella, es cumplir su palabra, cumplir sus promesas.

Si eso no es amor eterno, nada lo es

Dicen que nada es para siempre, pero yo no lo creo. Míralos, llevan juntos desde que tenían apenas unos meses, y se han hecho inseparables. Siempre ha habido gente que ha querido separarles, y que ha dicho que todo se desmoronaría, pero ellos no les han escuchado y mira que bien les va. Ojalá nosotros fuéramos así algún día, ¿verdad?, es tierno ver como después de tanto años siguen queriéndose. Ellos han envejecido juntos, se han visto crecer el uno al otro, y aunque los años pasan, la pasión permanece. Siguen mirándose de la misma forma que antes y puedo escuchar como los latidos de su corazón se siguen acelerando cada vez que se besan. Si eso no es amor eterno, nada lo es.

Hay cosas que nunca cambian

Si una cosa ententí hoy, es que te quiero. Siento que las cosas pueden arreglarse, pero esta vez no seré yo la que dé el primer paso, lo siento, pero he decidido no arrastrarme más. Te echaré de menos, porque estoy segura de que no sabré de ti en mucho tiempo, y créeme, se me hará difícil seguir sin verte, pero tranquilo, porque yo no pienso pedirte otra vez perdón. Es irónico como la vida da tantas vueltas y como yo sigo igual que siempre. Veo como todo cambia, entra y sale gente de nuestras vidas, cambian las prioridades, la importancia de las cosas, pero tú siempre estás aquí, sí, en este corazoncito, y sigues doliendo igual que siempre. Supongo que hay cosas que no cambian nunca.

Querido diario:
Hoy me dí cuenta de que realmente puede que todos tengan razón, no me gusta admitirlo, porque duele, pero puede que sea la verdad. En realidad, puede que él no sea para mí, y simplemente el destino haya estado jugando con nosotros engañándonos para hacernos pensar que era para siempre. Quizás sea cierto que no vale la pena sufrir más, y tenga que seguir con mi vida y empezar de cero sin él de una vez por todas. Nunca quise a una persona que desconfiase de mí, de mi palabra, y él lo hacía constantemente. Pero no puedo, soy demasiado débil para continuar mi camino sola, sin él a mi lado. Lo peor es que él lo sabe perfectamente, sabe que yo le sigo queriendo, que lo haré siempre y que, sea como sea, siempre voy a volver.

Posdata: te quiero

El destino es un cabrón

Y aquel vestido debería haberlo llevado contigo en una película que deberíamos haber compartido los dos. Las lágrimas deberías habérmelas secado tu, y no aquel estúpido pañuelo. Pero el destino es un cabrón, y ha decidido jugar con nuestros sentimientos,y ahora, aquí estamos, tan separados como antes, cada uno siguiendo un camino distinto.

"Eres un idiota por dejarla escapar". Y lo sabe. No deja de escuchar esas palabras día tras día. ¿Qué de dónde vienen? es él mismo, es su propio subconsciente el que le recuerda el terrible error que cometió al dejar que ella se marchara para siempre. Y sabe perfectamente que jamás logrará quitarse ese peso del remordimiento de encima. Y sabe perfectamente que jamás encontrará a alguien como ella. Y no le deja dormir. Y no deja de recordar. Y cada recuerdo es como un enorme huracán en su interior que arrasa con todo, pero no deja de recordar. Nada consigue quitársela de la cabeza, ni a ella, ni a su radiante sonrisa deteriorada y convertida en lágrimas cuando él le dijo adiós. Nada consigue que olvide aquella horrible sensación al verla marchar perdida entre tanta gente, tambaleándose de un lado a otro, sin rumbo alguno. Y coge una botella de whisky que sujeta con la mano derecha, y un cigarillo que sujeta con la izquierda. Ha decidido que una noche es una noche, y hoy olvidará por un momento. Un trago de whisky, una calada al cigarro, una lágrima entre medio, otra calada, otro trago, dos lágrimas más y así hasta que el cigarrillo se consume y el alcohol llega a su fin. Cae derrumbado a su cama pero, lejos de su objetivo de olvidar, empieza otra vez. Vuelve a recordar las lágrimas que encharcan la cara de ella. Vuelve a recordar como se desvanece entre la gente. Y en lugar de descansar por una noche, el whisky y el cigarrillo lo único que hacen es que le duela la cabeza y todo le de vueltas a su alrededor. Y piensa. Y recuerda. Y se arrepiente. Y llora. Y grita. Pero nada le libera. Ya no hay nada que se pueda hacer a estas alturas. Nada consigue carlmarlo. Nada consigue que deje de recordar. 

Yo no soy pesimista, soy realista

Simplemente, me ciño a la realidad. Hay ciertas cosas que por mucho que nos duelan no podemos negar, porque sería engañarnos a nosotros mismos. He aprendido a diferenciar las ilusiones de la realidad, es duro, pero es lo que hay. Simplemente, he aprendido a base de tortas, tropiezos y palos que no todo es como nosotros queremos que sea, y que nunca llueve a gusto de todos. 

No me vale que me digas que me quieres si al día siguiente ya no estás aquí

Al final terminaré pasando de todo esto, ¿me has escuchado?. Sí, al final lo mandaré todo a la mierda. No puedes hacer lo que te de la gana cuando te de la gana. No puedes decirme un día que me echas de menos y al día siguiente nisiquiera dignarte a hablarme. Las cosas no van así, esta vez no. Yo ya no soy la misma tonta de antes, he cambiado, y esta vez no voy a perdonártelo todo. Créeme, si esto sigue así, esta vez seré yo la que se despida, y esta vez será definitivo. A base de palos he terminado aprendiendo, y he aprendido que no necesito a nadie para ser feliz. Si de verdad quieres algo, ya sabes donde estoy, si tardas demasiado en venir, puede que me canse de esperar y lo mande todo a la mierda. No llegues tarde, esta vez no hay una segunda oportunidad.

Te espero al final del camino

Veo desde mi camino como con el tiempo te vas alejando cada vez más y más de mí. Veo como rehaces tu vida, como conoces a gente nueva, aunque sigues con la de siempre, como te enamoras de nuevo, pero yo sigo sin avanzar. Veo como nuestros caminos cada vez se bifurcan y se pierden entre la niebla hasta que no conseguimos vernos el uno al otro. Tú sigues adelante sin dar marcha atrás, pero yo no puedo. Sigo completamente estancada en mis recuerdos, en nuestros recuerdos. Sigue doliendo todo con la misma fuerza que el primer día, sin embargo, veo como a ti te es indiferente. Ya no te siento, el tiempo pasa y veo como a ti no te importa alejarte, y duele. Espero realmente que nuestros caminos vuelvan a encontrarse. Te espero al final de toda esta niebla pequeño, espero que encuentres el camino de vuelta a mí.

Dijimos infinito sin saber que todo terminaría

Soñamos millones de veces con el infinito. Le hacíamos referencia una y otra vez, lo usábamos en nuestro día a día sin realmente saber lo que significaba "Hasta el infinito y más allá" "Te quiero infinito", pero se acabó. Sí, efectivamente él acabó con todo. Entiendo y respeto su decisión, pero es algo que sigue sin dejarme dormir noche tras noche. Pensaba que todo se arreglaría, al fin y al cabo, estábamos hechos el uno para el otro. Pero no, los meses siguen pasando, y aunque yo le quiero, y tal vez él me quiera, cada uno sigue un camino diferente. Pienso que si de verdad el destino nos quiere juntos llegará un momento en el que, por casualidades de la vida, todo se arreglará, pero el tiempo pasa y todo sigue igual, y empiezo a impacientarme, y empiezo a pensar que ese momento nunca llegará.

Y pasé de nuevo por enfrente de aquel portal

Las cosas ivan bien, todo empezaba a quedarse atrás, él seguía en mi corazón, pero por mi cabeza se pasaba con mucha menos frecuencia que antes. Y pasé de nuevo por enfrente de aquel portal, y volví a escuchar aquella canción. Me derrumbé de nuevo. Toda nuestra historia, todos nuestros recuerdos volvieron a pasarse por mi cabeza, y no sabes lo que me costó seguir caminando en aquel momento. Una lágrima volvió a derramarse por mi rostro, aunque hice lo posible para secármela disimuladamente y que nadie se diese cuenta de su presencia. Volvió aquella situación, aquel sentimiento era realmente familiar. Soledad en medio de tanta gente, un vacío en el pecho insoportable, el pulso disparado, dolor en el corazón, dificultad para respirar. Miré hacia la ventana donde estaba tu habitación. Recordé todas aquellas tardes que pasamos allí. Se me hizo realmente difícil pasar de largo sin tocar al timbre de tu casa y esperarte en el portal, quedándonos allí como antes nos gustaba hacer, en el último piso, por donde no pasaba nadie, escondiditos los dos. Se me hizo difícil si, pero lo hice. Rodeé aquel parque, esperando encontrarte al girar la esquina. No lo hice. Tú no estabas allí. Te busqué, caminaba mirando hacia todos lados esperando que aparecieses, pero no fue así. No, no apareciste. Joder. Salí de casa, seguía mirando hacia todas partes, intentando encontrarte. Se hacía tarde, me tenía que marchar. Tenía la esperanza de verte de camino al metro, tampoco fue así. Un día más que pasa, no te encuentro, no estás aquí. Hace mucho que no sé de tí. Te echo de menos. Necesito verte. Voy a aquel pueblo pero nunca consigo encontrarte. No sé donde te has metido. 

Escapémonos, ahora, sí, en este instante. Vayámonos juntos a un lugar donde nadie pueda encontrarnos. ¿Sabes ese lugar que viste una vez mientras te perdías en el bosque, ese escondido y recóndito lugar perdido entre la maleza del que te enamoraste? pues vayámonos ahí, justo ahora, nosotros dos, solos, sin nadie más. Que hagan lo que quieran, que digan lo que quieran, pero que no consigan separarnos. Que no consigan pararnos porfavor. Dejemos atrás todo lo malo que ocurrió, olvidémoslo. Marchémonos ahora, en este justo instante y huyamos de las habladurías, los prejuicios y la gente falsa que quiere hacernos daño. Yo si creo en las segundas partes, demostremos al mundo que pueden ser tan buenas o mejores que las primeras. A mí no me importa vivir apartada de la sociedad si estoy contigo, a mi no me importa nada, absolutamente nada de lo que pueda pasar, si estoy junto a ti.

Hey idiot, I love you!

He de confesarte algo, durante todo este tiempo te he echado de menos como nunca antes había echado de menos a nadie. Y esque amor, realmente me he dado cuenta de que te amo, sin barreras, sin condición, ni tan siquiera el tiempo y la distancia sirven de obstáculos. Se que te dije que ya no te quería, mentí. Se que he cometido muchos herrores, pero soy humana, lo siento. De mi boca han salido verdaderas mentiras y tonterías, pero quién tiene boca se equivoca. Se que no hay nada que hacer, pero que más da, yo seguiré luchando. Yo voy a intentarlo, no tengo nada que perder. Intentaré enamorarte una vez más como lo hice la última vez. 

Fuiste un putón, pero eras my love

Estoy bastante regular, me duermo en el portal

Tienes que dejar de esperar

Ilusa, pensabas que volvería, tú misma no te dejabas ver la realidad, tú misma te ponías una venda en los ojos para no ver lo que realmente estaba ocurriendo, pero lo sabías, sabías que él no iba a volver.
Acertaste, por completo.

Mentira,bienvenida seas

Ey, tú!
Odio tu sonrisa y tus ojos color miel, odio tus labios, tu forma de caminar y la forma en la que miras a los demás. Odio tu forma de hablar, aquella forma de decir que me querías. Odio como te comportas, siempre andas con un aire de superioridad. Odio absolutamente todo de ti, ciertamente, te odio tanto, que olvidarte no costará ni un instante, sé que será realmente fácil dejar de quererte y hacerme a la idea de que te marchaste para siempre. Ten claro que ya no te quiero, que no te voy a esperar, que si vuelves no me busques, porque no voy a estar. Que si algún día apareces y tus labios rozan los míos no sentiré nada. Que si me acaricias suavemente el pelo y la cara no será significativo para mí. Que si me abrazas me voy a apartar. Que por mucho que te acerques yo no sentiré nada, no me sentiré tentada por ti. No me dejaré llevar aunque te tenga delante y la oportunidad ante mí. Si algún día, por alguna remota casualidad, entro en tu casa no me dirigiré hacia tu cama ni me quedaré embobada recordando todo lo que ocurrió allí, te aseguro que pasaré de largo. Ten claro que si algún día te veo te ignoraré, no pienso prestar atención a alguien que me abandonó como si de un juguete se tratase. 
He dado por terminada nuestra historia, no pienso seguir recordándola. No volveré a recordar ninguno de los momentos que pasé junto a tí. He tirado todas las fotos y regalos que me recordasen a ti, no quiero nada relacionado contigo. 
Te digo adiós para siempre, no quiero volver a saber nada más de ti.

Siempre volveré¿has escuchado?, yo siempre estaré ahí, realmente, nunca me iré por completo, aunque creo que tú eso ya lo sabes. Perdona mi debilidad por no poder volver a ser como antes era si tú no estas aquí. Perdona por no haber sabido quererte como tu querías que lo hiciera. Pero ya me conoces, soy humana y cometo errores, muchos errores. Sigo siendo esa chica que te saca de quicio, que puede ser tan cariñosa como puñetera, algo bipolar, a la que le gusta picarte para luego pedirte perdón. Se que de vez en cuando te acuerdas de mi, y que cuando hablas conmigo aveces tienes ganas de rebentarme y a la vez de comerme a besos. Antes solías decirme que me querías, lo echo de menos la verdad, pero me he acostumbrado a echar de menos todo aquello. Siendo sinceros, echarte de menos forma de mi día a día, pero, por más tiempo que pasa, no me acostumbro a la idea de que ya no estás aquí. Yo sigo esperando, paciente, aquí sentada, empiezo a aburrirme y mi cabeza se ha planteado que lo más probable es que no vuelvas jamás, pero mi corazón, tonto y enamorado, me dice que siga aquí, sentada, esperando, porque tal vez, y solo tal vez, algún día te des cuenta de que realmente me echas de menos y vuelvas, pero tal vez, y solo tal vez.

Es tan sumamente inocente, tan sumamente ingénua e infantil. Me encanta, sinceramente, me encantaría ser como ella es. Mírala, ahí está, no se entera de nada de lo que ocurre a su alrededor, ella simplemente, juega. Nunca para de sonreír, siempre es feliz, ante todo su criterio es disfrutar, disfrutar de esta puta vida que nos ha tocado vivir. Ella jamás se rinde, siempre consigue lo que quiere, no importa lo que le vaya a costar. Jamás se da por vencida, nunca deja de luchar. Nunca para de soñar, no importa si duerme o no, ella siempre sueña. Dice que los sueños pueden hacerse realidad, que ella los hará realidad. No abandona ningún sueño, nada da por imposible, no cree en ellos. Cree que puede tocar el cielo con la punta de los dedos, dice que cada vez se acerca más y más. Todo el mundo le parece bueno, siempre encuentra algo de bondad. No miente, solo dice la verdad. Es buena con todo el mundo, no discrimina por sexo, raza ni edad, al fin y al cabo, ¿eso que más da? todos venimos del mismo sitio, merecemos ser tratados por igual. Es inteligente, su afan por conocer hace que cada dáa se supere más y más. Vive la vida sin importarle lo que piensen los demás. Según ella no sirve de nada llorar, dice que nunca lo hará. Pide ayuda si lo necesita, admite su necesidad. Dice que no es perfecta, pero esa jamás será su meta. No se fija en los demás. Su personalidad ilumina la habitación en la que está. No es una copia ni un reflejo de nadie, eso le hace especial. 

-¿Sabes qué?
+¿Qué?
-Anoche me puse una foto suya pegada a la almohada
+¿Para qué?
-Para recordar lo que se sentía al despertar a su lado. Al despertar y ver lo primero de todo su preciosa cara y su cuerpo abrazado a mi. Para recordar lo que se sentía al ser despertada con caricias y besos, con él a mi lado mirándome a los ojos, diciéndome que estaba preciosa, susurrándome al oído que me quería, que lo era todo para él.

Duró el tiempo exacto como para que fuese inolvidable

¿Cuántas veces nos hemos prometido el cielo, con la luna, las estrellas y todo lo que hay en él?¿Cuántos planes se quedaron por hacer? ¿Cuántas promesas por cumplir? ¿Innumerables verdad? es cierto, no salió del todo bien. Nosotros no tuvimos un final feliz ni comimos perdices, nuestro colorín colorado llegó mucho antes de lo que esperábamos. Demasiadas brujas se interpusieron entre nosotros dos, y si, pudieron con nuestra historia. El amor tocó a mi puerta, y yo se la abrí de par en par. Nuestra historia fue realmente bonita, eso no nos lo pueden negar, y si, puede que no durase demasiado, que llegase tan pronto como se fue, pero duró el tiempo exacto como para que fuese inolvidable.

Mírala, fíjate bien y te darás cuenta de que lo sigue necesitando exactamente igual que el primer día que se marchó. ¿Que por qué? fíjate, tú tal vez no lo veas, pero yo si, son los pequeños detalles los que la delatan. Sigue llevando sus pendientes día tras día, los días que los lleva es cuando más lo necesita, y, cada vez que los toca, le está recordando. Cada vez que aprieta la tuerquecita para que no se caigan es porque necesita sentirlo cerca, y esos pendientes son una de las pocas cosas que le quedan de él. ¿Ves? tenía razón, sigue necesitándolo igual que el primer día que se marchó, igual que ayer, igual que siempre.

Nos dejamos llevar al compás que marcaban las gotas de agua que caían sobre nosotros pero míranos ahora, cada uno por su parte, mirando la misma luna, el mismo horizonte, y las mismas estrellas. Esas estrellas que tantas noches contemplamos juntos y tantas veces nos regalamos mutuamente, esa luna que apartó la mirada cuando necesitábamos intimidad, y nos dio la luz que necesitábamos para alumbrar nuestro camino. Al parecer se ha cansado de alumbrarnos el camino que debíamos seguir, y nosotros nos hemos perdido. Te perdí en la noche entre aquellos gigantes matorrales y ya no he vuelto a sentirte a mi lado. No veo nada desde aquella noche, la luz se ha apagado, cada vez siento que te alejas más y más y no me siento con fuerzas para seguir caminando por este oscuro lugar, sin rumbo alguno. Por mucho que te busco yo ya no te encuentro, empiezo a tener miedo de haberte perdido por completo entre la maleza. De verdad que lo siento, no sabes como siento que nos perdiéramos y no supiéramos encontrar nuestro propio camino juntos. Yo nunca dejaré de buscarte, nunca dejaré de quererte ni de luchar por ti.

POSDATA: SIEMPRE TE AMARÉ

Seré feliz, muy feliz

No no no no no, espera un segundo, esto no es lo que yo buscaba, yo no quería esto, no estoy dispuesta a tener que aguantarlo, no me veo con fuerzas, no quiero luchar contra ello porque se que voy a perder.  Todo ha salido mal, exactamente al contrario de como yo lo esperaba.Yo solo quería ser feliz y divertirme, divertirme mucho. Quería salir de fiesta y bailar hasta perder el sentido, perder el control y chillarle al mundo que sí, que estoy loca, pero me encanta. Yo quería besar hasta no sentir mis labios y llorar, pero solo de felicidad. Quería salir de casa exactamente al revés de cómo les gustaría a mis padres, vestirme con el palabra de honor más corto y ajustado que encontrase en mi armario, los tacones más altos, que me hicieran tocar el cielo y los labios del color rojo carmín más vivo que encontrase en toda mi casa. Quería saltar, gritar, cantar y bailar hasta no poder más, hasta que mis cuerdas vocales estuvieran a punto de explotar y todo mi cuerpo temblase como una gelatina porque no puede más.  Beber y fumar algún que otro cigarrillo si me apetecía y tantos cubatas como mi cuerpo pudiera aguantar, sin que nadie me lo impidiese. Yo quería enamorarme de un príncipe azul y ser una princesita de esas de cuento. Vivir mi cuento de hadas y espantar a todas las brujas. Y¿sabes? voy a hacerlo, me da igual lo que digan los demás, si puedo o no, pero yo voy a cumplirlo, haré lo que me venga en gana cuando me venga en gana. Reiré cuando me apetezca y lloraré cuando lo necesite. Me perderé mil veces si hace falta entre miradas agenas buscando a mi príncipe azul, y estoy segura de que al final lo encontraré, y por supuesto, seré feliz, muy feliz.

Hola pequeño:


Tercera carta, en ninguna de las anteriores he obtenido respuesta. Tengo dos cosas que pensar, o bien no las has leído, o bien no quieres contestar. Entenderé que no quieras, que incluso te puedan molestar. 
En fin, no he dejado de recordarte ni un solo instante desde la última vez que te vi. 
Nunca hubiese pensado que aquel sería nuestro último beso, y que nuestra verdadera despedida sería con un gesto en aquel parking, mientras tu corrías para volver a entrenar y yo entraba en mi coche rumbo a mi casa. De haberlo sabido, te aseguro que hubiese sido mucho mejor, aquel adiós tendría que haber sido especial, con un apasionado beso de esos que te dejan sin respiración, pero era imposible saber que aquel sería el final, al menos para mí. 
Espero que el destino nos tenga preparado algo mejor, pero que sea juntos, es lo único que pido. Espero que con el tiempo nuestros caminos vuelvan a entrelazarse y enredarse de tal manera que no nos volvamos a separar.

POSDATA: TE QUIERO

Teníamos planes, ¿recuerdas?, volveríamos a vernos, no perderíamos el contacto ni dejaríamos de hablarnos. ¿Dónde quedaron todas aquellas promesas? todas hechas pedazos, todas rotas, y a ti, no te ha importado en absoluto romperlas. Tendríamos que avernos visto, si, estar juntos un rato, hablar de como van nuestras vidas, como han cambiado, pues yo, aquí he estado, esperando, esperando a que volvieras, a que me hablaras y cumplieras tus promesas, esperando a esas palabras que hicieran que nos volviéramos a ver, y así me he quedado, esperándote, como siempre, sin respuesta alguna, con el corazón hecho pedazos.

Cuando dejes de tener miedo, 

empezarás a disfrutar. 

Diario de una enamorada:

Te lo dije, llegará un momento en el que me eches de menos, en el que te arrepientas de haberlo dejado todo atrás. En ese tiempo yo ya no se si estare ahí, o me habré ido. Puede que te espere toda la vida, o puede que me canse de esperar. Aun así, te querré, te querré como el primer día que te vi aparecer en aquella remota estación de metro, perdida entra la gente. Por si acaso vuelves a buscarme, solo decirte que estaré sentada esperando en aquel banco, en aquel banco en que nos dimos nuestro primer beso. No se hasta cuando esperare allí, si vas y no me encuentras será que me habré cansado de esperar y me habré ido, o tal vez simplemente haya salido en tu busca yo misma.

Querida princesa:

Te escribo para decirte que no me esperes porque puede que me entretenga con alguna bruja poligonera o quizás nunca llegue. Siento ser yo el que te de la mala noticia de que nuestro cuento tal vez no tenga un final feliz, así que mi consejo es que te quites el vestido y los tacones, metas en una maleta unas docenas de sueños y un puñado de estrellas y te larges lejos a escribir tu propia historia, que es injusto que me esperes a mí. Yo seguiré buscándote, pero hasta que te encuentre ¿quién te prohibe divertirte? Así que escribe tu propio cuento, de hadas o de brujas, y no pienses en el final, al fin y al cabo, siempre acabarás comiendo perdices.

Atentamente, tu Príncipe Azul.

Déjate llevar

Apaga las luces joder. Para el reloj, que no me importa el tiempo si estoy a tu lado, que más da si es de día o de noche, eso a nosotros nos da igual. Cierra las ventanas, ahora mismo el resto del mundo me da exactamente lo mismo. Ahora solo preocúpate de ti y de mí. Somos perfectos el uno para el otro, no importa que los demás digan lo contrario, ellos no importan. Ahora déjate llevar. Bueno, déjame a mí, que yo me ocupo de que tú no puedas olvidar este día ni en un millón de años. Cierra los ojos anda, confía un poco en mí. ¿Ahora voy a besarte vale? mis labios rozarán los tuyos, y seguirán subiendo hasta tus oídos, donde diré alguna que otra palabra sin sentido, tras ellas escucharás: "este día será inolvidable" y por último, "te quiero, pero calla, que me toca a mi". Sigo besándote, noto como se te pone la piel de gallina. Sonrío. Tú haces lo mismo. Mil besos más. Las horas pasan y seguimos sin mirar el reloj. Hemos perdido por completo la noción del tiempo, y eso me encanta. Ni siquiera sabemos si es de día o de noche, si el mundo sigue o se ha acabado. Sinceramente, ¿eso que más da? a mi lo que pueda ocurrir a nuestro alrededor me da exactamente igual. Yo te quiero a ti, y solo a ti, y voy a aprovechar este momento, lo que pueda ocurrir me es indiferente, sigamos, que se callen los demás. ¿Por donde íbamos?  a, sí, te estaba besando, retomo la tarea donde la había dejado, lo dicho, sigo besándote, llego hasta tus labios, me encanta como saben, nunca los cambiaría por nada. Mil besos más, todos se quedan recogiditos entre esas sabanas. Guardan nuestro secretos, las mil y una promesas que nos hemos hecho, juramos mil veces no romperlas jamás, sellamos el trato con un beso. Prometimos no abandonarnos jamás, que lo nuestro siempre sería eterno, y que, pasase lo que pasase, sin importar las circunstancias, siempre volveríamos al lado del otro, nunca dejaríamos de querernos y, por supuesto, siempre recordaríamos todos y cada uno de los momentos que pasamos juntos. Recuerda cumplirlo cariño, nuestro juramento quedó sellado con un beso, y eso es sagrado.

Diario de una enamorada:


Hoy lo vi. estaba igual de guapo que siempre, igual de perfecto, igual de radiante. No pude evitar sonreír como una tonta cuando me miró, y que mis rodillas temblasen como a una idiota cuando me saludó. Y en ese mismo instante, pasaron por mi cabeza miles de nuestros recuerdos, representados en pequeñas imágenes, como si todo fuese una película, o hubiese sido un sueño, un bonito sueño. Pensé en volver al pasado para revivirlo, pero me di cuenta de que era imposible. Pensé en ir corriendo, abalanzarme sobre sus brazos y besarle, diciéndole que le quiero, que nunca he dejado de hacerlo, pero fui incapaz. He pensado que tal vez sea cierto lo que los demás dicen, que aunque sea lo que quiero, no es lo que necesito. Y lo mejor de todo esto es, que aunque lo se, aunque se que no es lo que más me conviene, lo único que quiero es volver a estar a su lado, para poder disfrutar una y otra vez de sus sonrisas, sus miradas y sus besos.

Aprendiste a sonreír aún estando llorando

Te dijeron que en la vida no valía la pena sufrir por nadie, y tú, cabezona, te has empeñado en hacerlo. También te dijeron que la esperanza es lo último que se pierde, y tú, especial, la has perdido. Te dijeron que lo olvidaras, y tú, enamorada, has vuelto a caer.
Pero ha llegado un punto, en el que has aprendido a seguir adelante con el sufrimiento cargado a la espalda, en el que has aprendido a luchar sin esperanza,en el que te diste cuenta de que no, no se trataba de olvidar, sino de recordar sin que duela.

Resignarse a seguir

-Dolió? Dolió cuando se fue?   
+ Muchísimo,no te lo puedes ni imaginar   
-Y ahora, sigue doliendo?   
+Si te digo la verdad si, sigue doliendo, tal vez no como el primer día, pero duele. Cuando te quedas a solas en tu cuarto, tumbada en la cama,lo único en lo que piensas es en él, miras una y otra vez sus fotos, sus regalos, dando mil vueltas en tu cama, en tu habitación, recordando todos los momentos que vivisteis, esos maravillosos momentos, esperando a poder revivirlos alguna vez.Y cuando por fin cierras los ojos, lo único que quieres es que cuando los vuelvas a abrir él esté a tu lado, cuando despiertes él este tumbado, mirándote y esperando a que despiertes para decirte que te quiere, que eres la más preciosa del mundo y te quiere en su vida para siempre. Pero cuando abres los ojos, te das cuenta de la cruda realidad, y es que él no está a tu lado, que se fue y no volverá, que todo terminó. Y es entonces cuando despiertas de tu sueño, y otra vez una lágrima se derrama por tus mejillas, resignándose a la soledad que le toca vivir, resignándose al hecho de vivir sin él a tu lado, sin su compañía, sin sus besos, sin sus abrazos.

Ves a parejas en la calle cogidas de la mano, riéndose, abrazándose y dándose algún que otro beso y no puedes evitar que un escalofrío recorra tu cuerpo, el empezar a tener dificultades para respirar, que tus rodillas empiecen a temblar y que de tus ojos caiga una lágrima recordando todos los momentos que viviste junto a él, recordando cuando vosotros érais esa pareja envidiable, tan felices el uno junto al otro, que no necesitaba nada más aparte de su compañía mutua.

Hola pequeño:


Te echo de menos, no he dejado de quererte ni un solo instante desde que te marchaste.
Se que dije que aquella sería la última carta, pero lo siento, no he podido evitar escribirte una vez más. Es la única manera de contactar contigo.
No se con certeza si verás alguna de mis cartas, sinceramente, no espero respuesta. No obtuve respuesta en la anterior e imagino que tampoco en esta.
Me gustaría saber como te va, si has conseguido perdonarme o me has olvidado por completo. Quiero tener noticias tuyas, últimamente no se nada de ti, no consigo contactar contigo. 
Espero que las heridas cicatricen y dejen de doler, pero que nunca me olvides, por favor. 
Simplemente te escribía para repetirte lo obvio, que sigo ahí, esperándote, que te sigo queriendo. 

POSDATA: TE QUIERO

Recordar

De vez en cuando sigo mirando todos aquellos mensajes. Me gusta verlos para darme cuenta de que todo aquello sucedió, de que fue real. Me hacen recordar detalles que mi memoria había olvidado por completo. Me gusta recordar lo bien que iba todo en aquellos tiempos. Todos aquellos mensajes acababan con un "te quiero" o un "te amo" y estaban llenos te palabras llenas de amor y dulzura. Aveces sonrío, otras lloro. Sinceramente, incluso aveces llego a pensar que todos aquellos mensajes son reales, que todo lo que un día ocurrió sigue aquí, es como si el pasado hubiese vuelto por un instante y todo volviera a ocurrir. 

Ni el alcohol fue capaz

Una libreta llena de apuntes, un blog de notas lleno de dibujos, un vaso bien cargado de vodka, pero del bueno, un pintalabios rojo carmín, unos tacones de infarto tirados en medio de la habitación, un mini vestido rojo palabra de honor, una mujer tirada en la cama llorando de dolor. Decidió que esa noche sería la mejor, se lo pasaría en grande y sería la reina de la fiesta. Siendo sinceros, lo consiguió. Consiguió ser el centro de atención, el centro de todas las miradas. Bebió tantos cubatas que son imposibles de contar, fumó tantos cigarrillos que ni ella recuerda el número. Lo pasó en grande, bailó y bailó sin cesar, no dejó de bailar ni un instante. Los hombres la rodeaban para verla relucir, ella se sentía importante. Sin embargo, el único hombre al que ella quería llamar la atención le ignoró, le vio y pasó de largo. No supo muy bien que hacer, si correr y saltar en sus brazos o mostrar rencor hacia él. Se buscaron toda la noche con las miradas, reflejando un mensaje de inseguridad, no se volvieron a encontrar. El alcohol hizo que ella olvidara por un instante el dolor, pero después de unas horas este volvió. Ahora, ahí esta ella, tirada en su cama llorando sin cesar, mareada y con todo el cuerpo dolorido. No consigue dormir ni tan siquiera pensar con claridad. Puta inseguridad, grita asomada a la ventana, debí aprovechar mi única oportunidad, debí correr tras él cuando apareció y me miró, joder, que imbécil fui, dice derramando lágrimas por sus mejillas, ahogándose en su propio llanto. Vuelve a su cama, no deja de dar vueltas, las siete de la mañana, al parecer las horas no pasan.

You, me, night, beach.

Tú imaginalo, solo un segundo, no te pido más. Cierra los ojos y visualizalo. Tu y yo, cogidos de la mano caminando por la playa. Es de noche, la luna llena brilla como nunca antes lo habia hecho. En mi mano derecha llevo mis tacones, tú, en la izquierda, la botella de vodka. Todo es perfecto, allí no hay nadie, solo estamos nosotros. Jugamos entre las olas, salpicamos, nadamos. Jugamos entre la arena, cuatro tonterias, alguna mirada, alguna caricia. Una noche de descontrol y desenfreno, de pasión, de deseo. Tal vez lleváramos unas copas de más, cosa que no quita que lo que pueda ocurrir sea de verdad. Hacerlo una vez más. La luna cerrará sus ojos para dejarnos intimidad. Ambos sabemos lo que queremos, de verdad vamos a dejarlo pasar? no, no despreciaremos esta oportunidad. De repente, entre esas risas tontas provocadas por el efecto del alcohol se produce un silencio, un silencio abismal. Ambos nos miramos a los ojos, sabemos perfectamente lo que piensa el otro. Dicen que los borrachos siempre dicen la verdad. Nos estamos mirando, sin saber el momento exacto se escapa de nuestros labios algo así como "dejémonos llevar". Todo ocurre como queríamos que ocurriera, esa noche de pasión desencadenada por un beso con la que tanto habíamos soñado. A partir de ahí no hay ni una palabra, sobran. No es lo único que sobra, es como si la ropa pesara, tenemos la necesidad de arrancárnosla. Así lo hacemos. Besos, abrazos, caricias, risas, revolcones una y otra vez hasta que nuestros cuerpos no pueden más. Todo es tan perfecto que no parece ni real. Pero si lo es, buenos días princesa, mira que bonito amanecer. Veis juntos como la luna se marcha para dejar paso al sol, es hora de marcharse, mejor vayámonos.

Hola pequeño:


Imagino que ya ni recuerdas quien soy, supongo que ya no piensas en mi, posiblemente incluso hayas olvidado el color de mis ojos. 
Yo no lo he hecho, no me he olvidado de ti, sinceramente, ni siquiera lo he intentado. 
Estoy completamente aferrada al pasado, a nuestros recuerdos, no consigo huir de él.
Se perfectamente que es lo único que me queda de ti y no quiero dejarlo ir.
Sabes? recuerdo perfectamente ese color miel en tus ojos, que tanto me gustaba, y que, por supuesto, me sigue gustando. 
Esos labios perfectos, carnosos, no demasiado finos ni demasiado gruesos.
Recuerdo tu fragancia, tan perfecta, ese olor que tan loca me volvía, ojalá lo tuviera aquí.
Sigo llevando cada día esos pendientes que tu me regalaste, no dejaré de llevarlos jamás. 
En mi fondo de pantalla sigue nuestra foto, esa que tanto te gustaba, creo que nunca se moverá de ahí.
Siempre llevaré la misma fragancia, coco, recuerdas? esperando que cuando la huelas te gires esperando encontrarme entre la multitud. Posiblemente no lo harás, pero yo quiero creer que si.
Quiero pensar que siempre habrá algo que te recuerde a mi, una canción, una sonrisa, un lugar, una fragancia, un texto o simplemente una palabra.
Se perfectamente que no quieres saber nada más de mi, que me ignoras, posiblemente no quieras ni verme, no quieras saber nada más de mi, lo dejaste bastante claro en nuestra última conversación.
Pero eso a mi no me importa, quiero dejarte claro, que ante todo estoy ahí, pase el tiempo que pase, yo siempre voy a estar a tu lado, dispuesta a todo. Si me quieres como amiga, ahí estaré, si quieres volver a intentarlo, tú solo llámame. 
Hazme un favor, nunca tires mi mechero, aquel mechero que te apropiaste y ya nunca me devolviste, guárdalo bien, en un lugar en el que esté a salvo.
Supongo que esta es nuestra despedida, he dejado muchas cosas por decir, pero si las mencionase todas, la carta sería interminable. 
Realmente no sé porque te escribo, probablemente nunca llegues a leer esto, pero en fin, que más da, por si acaso, aquí te lo dejo, solo decirte que yo SIEMPRE te esperaré, por mucho tiempo que pase, por mucha distancia que haya, si necesitas algo, solo llámame, quedaremos en la estación de metro donde nos vimos por primera vez. Siempre seré tuya, cuando lo dije tumbada en tu cama aquel domingo lo decía de verdad. Mi corazón está en tus manos, cuídalo bien, intenta que no se rompa en muchos pedazos, que sino luego los tengo que recoger.
Ahora si me despido, espero haber quedado como un bonito recuerdo y no como una pesadilla.
No te digo adiós, mejor hasta luego.

POSDATA: TE QUIERO

Te he echado de menos.

Te he echado de menos todo este tiempo, he pensado en tu sonrisa y en tu forma de caminar.

Te he echado de menos, he esperado el momento, de verte al lado mío dejándote llevar.

No me digas adiós, mejor dime hasta luego.

Si tienes que marcharte hazlo, pero no lo des todo por vencido porque tal vez, y solo tal vez, nuestros caminos vuelvan a encontrarse. No digo que sea ahora, ni dentro de unos días, ni tan solo dentro de unos meses pero, tal vez, dentro de unos años, quien sabe cuantos, el destino vuelva a juntarnos.

Te veré al final del camino, si así lo quiere el destino.