sábado, 2 de junio de 2012

Es tan sumamente inocente, tan sumamente ingénua e infantil. Me encanta, sinceramente, me encantaría ser como ella es. Mírala, ahí está, no se entera de nada de lo que ocurre a su alrededor, ella simplemente, juega. Nunca para de sonreír, siempre es feliz, ante todo su criterio es disfrutar, disfrutar de esta puta vida que nos ha tocado vivir. Ella jamás se rinde, siempre consigue lo que quiere, no importa lo que le vaya a costar. Jamás se da por vencida, nunca deja de luchar. Nunca para de soñar, no importa si duerme o no, ella siempre sueña. Dice que los sueños pueden hacerse realidad, que ella los hará realidad. No abandona ningún sueño, nada da por imposible, no cree en ellos. Cree que puede tocar el cielo con la punta de los dedos, dice que cada vez se acerca más y más. Todo el mundo le parece bueno, siempre encuentra algo de bondad. No miente, solo dice la verdad. Es buena con todo el mundo, no discrimina por sexo, raza ni edad, al fin y al cabo, ¿eso que más da? todos venimos del mismo sitio, merecemos ser tratados por igual. Es inteligente, su afan por conocer hace que cada dáa se supere más y más. Vive la vida sin importarle lo que piensen los demás. Según ella no sirve de nada llorar, dice que nunca lo hará. Pide ayuda si lo necesita, admite su necesidad. Dice que no es perfecta, pero esa jamás será su meta. No se fija en los demás. Su personalidad ilumina la habitación en la que está. No es una copia ni un reflejo de nadie, eso le hace especial. 

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