sábado, 29 de septiembre de 2012
Yo solo sé, que te quiero aquí conmigo
miércoles, 26 de septiembre de 2012
La lluvia guarda nuestro secreto
¿Recuerdas? Aquel día, bajo la lluvia sucedió algo, sucedió todo, al menos para mí. Siempre había deseado tenerte cerca, y siempre había deseado un beso de película, de esos en los que de repente se pone a llover, y aquel día, era el día perfecto. Te tenía a mi lado, a tan solo unos centímetros de distancia, y bueno, sí, se puso a llover. Nos miramos, y fue como si el mundo se parase, como si todo a nuestro alrededor se paralizase y el tiempo quedase congelado. No había nada que nos impidiera estar juntos en ese momento, nada. Disponíamos de todo el tiempo que quisiéramos, solo nos faltaba construir el instante perfecto. Y lo hicimos. Poco a poco nos fuimos acercando, lo que antes eran centímetros se convertían en milímetros, hasta que nuestros cuerpos quedaron completamente pegados, formando uno solo. Notaba como los latidos de ambos corazones se aceleraban, y con ellos, la respiración se hacía cada vez más fuerte. Y de repente, ocurrió, nos besamos. Fue perfecto. Estábamos empapados, pero no nos importaba, en absoluto. Los dos seguíamos allí, inmóviles, abrazados, disfrutando del momento. Entonces miré al cielo, solté una carcajada y quedaste algo extrañado, te miré, te dije que había sido el momento más perfecto que pudiera haber imaginado y sonreíste. Me marché corriendo, me cogiste de la mano al alcanzarme y me pediste un último beso. Así lo hice, nos besamos de nuevo. Corto, pero intenso. Esta vez sí, yo corría, corría, y al mirar atrás, vi tu silueta dibujada entre la lluvia, con tu perfecta cara sonriente y tus ojos azules que deslumbraban en la noche más que nunca, y sonreí. Me sentía feliz, extremadamente feliz.
domingo, 16 de septiembre de 2012
Todo tiene su final, nada dura para siempre
Ella seguía allí, inmóvil. No sabía como reaccionar, ni que decir, ni tan solo como sentirse. Lo tenía a su lado. Había estado esperando aquel momento durante meses, y ahora que lo tenía junto a ella, ahora que realmente podía decirle todo lo que había sentido en todo aquel tiempo, no era capaz ni tan solo de mirarle a la cara. Todo había cambiado, dentro de ella todo era diferente. Fue en aquel momento cuando se dio cuenta de que ya no estaba enamorada, o tal vez sí, pero no de aquel chico, sino de los recuerdos, de los recuerdos que ambos compartían. Él había cambiado, ya no era el chico que un día fue para ella, ya no era aquel chico de la estación. Algo en él, en su mirada y en su forma de comportarse hizo que ella se diese cuenta de que no, ya no seguía enamorada de él, y de que su historia, por fin, había terminado, y esta vez sí, para siempre.
jueves, 6 de septiembre de 2012
A veces la gente entra en tu vida solo para dejarte una lección, y luego, salir de ella.
Siempre vas a pensar que será para toda la vida. Tu amor o tu mejor amiga serán indispensables para ti hasta que un día, de repente, y sin ninguna explicación, se marchen. Y se te hará difícil, y dolerá, pero con el tiempo te darás cuenta de que no les necesitas, de que no necesitas a nadie. Y aunque siempre viene bien un hombro en el que poder llorar, recuerda que tú tienes dos.
miércoles, 5 de septiembre de 2012
Ha vuelto
Hoy he vuelto a caer. Es uno de esos días en los que te paras a recordar, a ver todas aquellas fotografías y caes, a lo más hondo. Todos aquellos traicioneros recuerdos vuelven a mi, para hacer que todo vuelva a doler igual que antes. Pensaba que ya no me importaba en absoluto, sin embargo, no he podido soportarlo. Han vuelto las lágrimas, y con ellas, la desesperación. Tengo claro que no volveré a cometer el mismo error de siempre, sin embargo, creo que sigo extrañando todo aquello. Me duele pensar que todavía forma parte de mi vida, me duele pensar que no he conseguido superarlo por completo y enterrar todo aquello en lo más hondo de mi memoria. Pensé que te había olvidado por completo, sin embargo, me equivoqué.
No volveré a tropezar con la misma piedra que tantas veces me hizo caer
El tiempo pasa y pasa y yo ya no te tengo aquí. En realidad, ni te tengo, ni quiero tenerte. Yo ya no soy la chica que un día te quiso, ni tú el hombre del que me enamoré. No volverás a engañarme, ni volverás a hacerme sufrir. Si una cosa tengo clara, es que no volveré a tropezar con la misma piedra que tantas veces me hizo caer. Esta vez sí he aprendido, esta vez no volveré a cometer el error de creer que será diferente, no volveré a confiar en ti. Me despido, y esta vez, definitivamente.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)